El gótico es un estilo artístico que se desarrolló en Europa entre los años 1140 y 1300, aproximadamente, entre el románico y el renacimiento. En el
renacimiento se aplicó el término gótico a este arte con un sentido negativo,
pues los renacentistas habían vuelto al arte clásico, ordenado, que era
totalmente opuesto al que se desarrolló en la edad media. Para ellos, el gótico
era el arte de los godos, los
bárbaros.
EL ARCO Y LA BÓVEDA
Pero antes de seguir avanzando,
conviene conocer el significado de dos términos muy importantes en
arquitectura: arco y bóveda.
El arco es una estructura curva que cubre la distancia
entre dos puntos, como los laterales de una puerta. Puede tener muchas formas:
de media circunferencia (arco de medio punto), de lanza (arco apuntado), de
herradura (muy típico de la arquitectura islámica)...
La bóveda es una estructura curva que sirve para
cubrir espacios, como un techo arqueado. En construcción se dice que las
bóvedas están formadas por muchos arcos puestos uno al lado de otro. También
puede tener muchas formas: de medio cañón (como un cilindro partido por la
mitad), de arista, de crucería...
LA ARQUITECTURA GÓTICA
En la arquitectura gótica fue donde más
cambios se produjeron. La transformación más importante fue la sustitución de
la bóveda de cañón típica del románico por la bóveda de crucería gótica.
Gracias a una serie de avances constructivos, el arco de medio punto fue sustituido
por el arco apuntado. Así se
desarrolló este nuevo tipo de bóveda: en vez de usar una estructura maciza y
pesada como la bóveda de cañón, se utilizó la bóveda de crucería, mucho más
ligera.
El cuerpo de la bóveda
de crucería descansaba sobre varios arcos apuntados que se cruzaban. Su peso se
dirigía hacia el exterior: por un lado, a los contrafuertes (grandes pilares o columnas adosadas al muro por su
cara externa), y por otro lado, a los arbotantes
(arcos exteriores que comunicaban con los contrafuertes).
Al no tener que soportar
tanto peso, las columnas y los pilares se hicieron mucho más ligeros.
Los muros también eran más finos y estrechos, pues sobre
ellos apenas había peso. Por este motivo, se podían hacer huecos en ellos para
abrir ventanas, que se cubrían con vidrieras:
sobre una estructura de hierro, se colocaban trozos de vidrio coloreado,
formando figuras que narraban historias, casi siempre religiosas.
Gracias a estos ventanales,
la arquitectura gótica resultaba más alta y luminosa. Los edificios parecían
más ligeros, menos pesados, con un sentido ascendente que guiaba a los fieles
hasta el cielo.
LA CATEDRAL GÓTICA
A pesar de todos estos
cambios constructivos, las catedrales
seguían siendo los edificios más importantes, como en el románico. Las
catedrales góticas tenían varias naves
(espacios que quedan entre filas de columnas) y un crucero (una nave que atravesaba la principal de forma
transversal), por lo que el edificio visto desde arriba tenía forma de cruz.
Sobre la parte central del crucero se levantaba un cimborrio o torre.
En la cabecera o ábside, además
del altar mayor, había varias capillas pequeñas. El deambulatorio era el pasillo que rodeaba la cabecera.
También en los muros de
las catedrales se abrían ventanas que se cubrían con vidrieras. Además, en los pies de la nave, encima de la entrada,
había un gran ventanal circular: el rosetón.
Gracias a estas vidrieras, no solo había más luz en el interior de las
catedrales, sino que también se producían bellos efectos lumínicos cuando los
rayos de sol atravesaban el vidrio coloreado.
En la portada o fachada de las
catedrales góticas se empezó a utilizar el arco apuntado, con forma de lanza.
Además de las catedrales,
se construyeron otros tipos de edificios. Debido al nacimiento de una nueva
clase social, la burguesía, se
construyeron castillos, palacios dentro de las ciudades, mercados y
ayuntamientos.
LA ESCULTURA Y LA PINTURA
La escultura gótica se desarrolló principalmente en las portadas de las catedrales y en los capiteles (parte superior de las
columnas). Pero, a diferencia del románico, las figuras eran menos rígidas,
simulaban movimiento, y sus rostros comenzaban a expresar sentimientos. Las
esculturas de los capiteles solían imitar, además, formas vegetales.
En general, podemos decir
que la escultura gótica inició el camino hacia el naturalismo, es decir, a la representación de las figuras (seres
humanos, animales y vegetales) tal y como son al natural.
También la pintura gótica comenzó a
aproximarse al naturalismo. Las figuras tenían mucho más movimiento y
expresaban más sentimientos. Los fondos dorados del románico se sustituyeron
poco a poco por paisajes y, al final del periodo gótico, por edificios.
Los pintores, además,
comenzaron a interesarse por la perspectiva,
aunque todavía no sabían utilizarla correctamente. Y es que hasta el
renacimiento no se conocerían los métodos científicos para representar las tres
dimensiones (alto, ancho y fondo), dentro de un espacio plano, como un cuadro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos un buen comentario.