Éxtasis de Santa Teresa. Escultura realizada por Bernini. |
El barroco es el estilo artístico que se desarrolló en
Europa y en las colonias españolas y portuguesas de Sudamérica entre los años 1600 y 1750. Abarcaba no solo pintura, escultura y arquitectura, sino
también música, literatura y todas las artes de la época.
El nombre de barroco parece
derivar de la palabra española barrueco y de la portuguesa barocco,
que definen un tipo de perla irregular. Sin embargo, durante los siglos
siguientes, este término se usó con un tono despectivo y negativo cuando a los
artistas ya no les gustaba este tipo de arte.
¿CÓMO DISTINGUIMOS UNA OBRA
BARROCA?
El barroco tenía unas
características que lo definían como arte. Por un lado, destacaba su sentido
del movimiento, la energía y la tensión. En arquitectura, pintura y escultura, los artistas
empleaban en sus obras fuertes
contrastes de luces y sombras.
También les gustaba incluir
efectos escenográficos, como si
fueran decorados para representaciones teatrales. Además, en pintura, las
figuras tenían un fuerte sentido
naturalista; esto quiere decir que los artistas se esforzaban por
hacerlas reales y no ideales, como preferían en el renacimiento. Otra
característica era el horror vacui,
el miedo al vacío: todo se decoraba, nada quedaba en blanco.
Por último, referirse
al arte barroco es hablar de espiritualidad,
del fuerte sentimiento religioso que los artistas daban a sus obras. Para
entenderlo, debemos situarnos en la Europa de los siglos XVI y XVII, después de
la reforma de Lutero, que había provocado el nacimiento de una nueva rama de la
Iglesia cristiana, el protestantismo. A esta nueva situación se enfrentó la
Iglesia católica de Roma con su Contrarreforma,
cuyo hecho más destacado fue el Concilio de Trento (1545-1563), donde, entre
otras cosas, se establecieron normas para que los artistas hicieran sus obras
según el criterio de la Iglesia.
LA PINTURA BARROCA
De entre todas las artes
barrocas, la que tuvo mayor importancia fue la pintura. Había muchísimos
pintores que estaban al servicio de la Iglesia y de las grandes monarquías
europeas. Normalmente, se trabajaba al óleo,
sobre lienzo; pero también estaba muy extendida la pintura mural, que decoraba iglesias y palacios, sobre todo en sus
bóvedas y techos.
En Italia existieron dos
corrientes pictóricas, dos maneras de pintar, aunque ambas se consideraban
barrocas. Por un lado, se desarrolló el clasicismo,
que se mantuvo muy cercano al arte del renacimiento, con figuras bellas,
proporcionadas, sin grandes contrastes. Sus representantes más importantes
fueron los hermanos Carracci y Guido Reni, además de Nicolas Poussin y Claudio
de Lorena, que, aunque eran franceses, trabajaron sobre todo en Italia.
La otra corriente fue
el naturalismo, que se esforzaba
por conseguir figuras reales, naturales, menos elegantes. Entre los más famosos
pintores naturalistas están Orazio y
Artemisia Gentileschi (padre e hija); José de Ribera, al que llamaban ‘el Españoleto’, por su origen
español, y, sobre todo, Caravaggio.
Este último fue el que más discípulos tuvo, por ser el creador de la técnica
conocida como tenebrismo, que
consistía en pintar un foco de luz muy potente (una lámpara, una vela, la luz
que entra por la ventana…) que ilumina parte del cuadro, mientras el resto
permanece en penumbra.
En España, el pintor más importante fue Diego de Silva Velázquez, que trabajó para la corte. Sus pinturas expresaban su
preocupación por la representación naturalista del espacio. Otros grandes
pintores fueron Francisco de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo, famosos por sus cuadros religiosos.
En el norte de Europa, destacan
los pintores holandeses Jan Vermeer
y Rembrandt, conocidos por sus
obras costumbristas, que narran escenas cotidianas. También hay que nombrar a Petrus Paulus Rubens, pintor flamenco famoso por sus figuras enormes y
dinámicas.
LA ESCULTURA Y LA ARQUITECTURA
BARROCAS
El escultor italiano más
importante fue Gian Lorenzo Bernini,
que trabajaba sobre todo el mármol. Sus figuras, muy reales, expresaban ese
sentimiento espiritual del que hablábamos antes. En España, se esculpía
principalmente en madera. El escultor más destacado fue Martínez Montañés, quien realizó gran cantidad de figuras
religiosas, mucho más dramáticas y patéticas que las italianas.
Entre los arquitectos
barrocos, los más importantes fueron también los italianos: Carlo Maderno, Donato Bramante y Francesco
Borromini. Sus obras estaban llenas de contrastes entre luces y sombras,
efectos escenográficos y mucha decoración escultórica. Se construyeron iglesias
y palacios para las grandes monarquías europeas, como el de Versalles (Francia) o La Granja de Segovia (España). En
Latinoamérica, los arquitectos siguieron los modelos españoles y portugueses.
Sus obras, iglesias y catedrales sobre todo, estaban mucho más decoradas.
buena informacion
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