El Virreinato del Perú

Manuel de Amat y Junyent
virrey español de Perú
desde 1761 hasta 1776.
¿QUÉ FUE EL VIRREINATO DEL PERÚ?
El virreinato del Perú fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América y que se creó en 1542. Lo formaban los territorios comprendidos, de norte a sur, entre Panamá y Chile (excepto Venezuela), y por el este se extendía hasta Argentina (salvo Brasil, que pertenecía a Portugal). Es decir, en su momento de mayor amplitud, englobaba las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Su vida se prolongó hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el virreinato, que solo comprendía ya poco más de lo que hoy es Perú, alcanzó la independencia.

CONQUISTA ESPAÑOLA Y ORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO
En 1534, el español Francisco Pizarro conquistó Cuzco, la capital del imperio de los incas. Comenzaba así el dominio colonial español en la zona. En 1542, se creaba el virreinato de la Nueva Castilla, que más tarde sería conocido por el nombre de virreinato del Perú. Su capital fue Lima, ciudad que Pizarro había fundado en 1535. Los primeros gobernantes del territorio fueron Pizarro (gobernador entre 1534 y 1540), Cristóbal Vaca de Castro (gobernador, 1540-1544), Blasco Núñez Vela (virrey, 1544-1546), Pedro de La Gasca (gobernador, 1546-1550) y Antonio de Mendoza (virrey, 1550-1552).

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En los primeros años de historia del virreinato tuvieron lugar las llamadas guerras civiles del Perú. Al principio, enfrentaron a los partidarios de los dos principales conquistadores del territorio: Pizarro y Diego de Almagro. Luego, a los conquistadores con la propia Corona española. La definitiva pacificación se produjo en 1548, cuando el gobernador, La Gasca, derrotó a Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco Pizarro) en la batalla de Xaquixahuana.

atahualpa Uno de los virreyes más importantes de esta fase fue Francisco de Toledo (que gobernó entre 1569 y 1581); estableció las normas para agrupar a los indios en reducciones, y fijó la distribución del trabajo indígena. De esta forma, aseguró la mano de obra para extraer la plata de las minas de Potosí, y el mercurio de las de Huancavelica. Durante este periodo, Perú se convirtió en uno de los centros de producción de plata más importantes del mundo.

LA INDEPENDENCIA
Los principales virreyes del Perú en el siglo XVIII fueron Manuel de Amat y Junyent (1761-1776), Manuel de Guirior (1776-1780), Agustín de Jáuregui (1780-1784) y Teodoro de Croix (1784-1790).

Durante este siglo XVIII, muchos de sus territorios pasaron a formar parte de dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (creado en 1717) y el del Río de la Plata (establecido en 1776). Esta reorganización redujo la importancia del virreinato del Perú, que perdió gran parte de su territorio y de su capacidad comercial.


El último virrey del Perú fue José de la Serna e Hinojosa, el cual gobernó desde 1821 hasta 1824. En 1821, fue obligado a huir de Lima por el argentino José de San Martín, y tres años más tarde fue derrotado en la batalla de Ayacucho por el venezolano Antonio José de Sucre. El virreinato del Perú había dejado de existir.

El virreinato de Nueva España

Antonio Mendoza. Primer virrey de Nueva España.
Ejerció este cargo desde 1535 hasta 1550.
Luego fue también virrey del Perú durante dos años (1550-1552).
España colonizó durante varios siglos casi todo el continente americano. Los reyes españoles crearon varios virreinatos para poder gobernar aquellas extensas tierras. El primer virreinato establecido por los españoles en América fue el de Nueva España, en tierras mexicanas.

¿QUÉ FUE EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA?
El virreinato de Nueva España fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Se creó en las primeras décadas del siglo XVI, y lo formaban principalmente los territorios del actual México. Los virreyes de Nueva España gobernaban también Centroamérica, las islas del mar Caribe, las islas Filipinas y algunas zonas de lo que hoy es el sur de Estados Unidos.

¿CÓMO SE ORGANIZÓ EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA?
Nueva España fue el nombre que el conquistador Hernán Cortés dio a los espacios americanos que conquistó a partir de 1519. El núcleo fundamental del virreinato fue el territorio que había formado el Imperio azteca hasta la llegada de los españoles.
El virreinato de Nueva España estuvo dividido en cinco audiencias:
· México.
· Guadalajara.
· Guatemala.
· Santo Domingo (incluida la actual Venezuela).
· Manila (en las islas Filipinas).

catedral_mexicoLa máxima autoridad en el virreinato era el virrey, el cual era nombrado por el rey de España (el virrey gobernaba en nombre del rey). En la historia de Nueva España hubo 63 virreyes: el primero fue Antonio de Mendoza (que gobernó entre 1535 y 1550); el último, Juan O’Donojú, el cual reconoció la independencia de México en 1821.

Las principales divisiones territoriales se mantuvieron hasta 1776. Eran las siguientes:
· Reino de Nueva España (centro y sur del actual México).
· Reino de Nueva Galicia (Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit y una parte de Sinaloa, todos ellos en México).
· Reino de Nuevo León (actual estado de Nuevo León).
· Reino del Nuevo Santander (Tamaulipas).
· Reino de Nueva Vizcaya (Durango y Sonora, zonas de Coahuila y Sinaloa, y una gran parte de Arizona, en Estados Unidos).
· Reino de Nuevo México (el actual estado homónimo de Estados Unidos).
· Provincia de Yucatán.
· Alta y Baja California.

En 1776, José de Gálvez, enviado por el rey español, Carlos III, creó en el norte del virreinato la comandancia general de las Provincias Internas. Diez años más tarde, se crearon las intendencias, al mando de las cuales estaban los intendentes. Las autoridades de todas estas divisiones territoriales eran nombradas por el rey, pero en su gobierno dependían de los virreyes.

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SOCIEDAD Y CULTURA DEL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA
Las principales actividades económicas en el virreinato de Nueva España fueron la agricultura, la ganadería y la minería. De esta última destacó la extracción de plata. Uno de los centros mineros más importantes fue Zacatecas.

El comercio interior era animado por la celebración de ferias. Sin duda, la más importante fue la feria de Acapulco. El comercio exterior solo se podía mantener con España y sus colonias: la flota que iba hasta la península Ibérica zarpaba del puerto de Veracruz; la que se dirigía a Filipinas salía del puerto mexicano de Acapulco y se llamaba galeón de Manila.

En la historia del virreinato de Nueva España se alcanzaron muchos logros culturales. En 1536, por ejemplo, nació una institución fundamental: el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. En él trabajaron de forma conjunta frailes españoles y sabios indígenas, lo que permitió que la cultura del renacimiento europeo llegara a América y que las civilizaciones precolombinas llegaran a ser conocidas en Europa. Uno de aquellos religiosos españoles fue Bernardino de Sahagún.

En 1539, se estableció en México la primera imprenta del Nuevo Mundo. Veinticuatro años más tarde, en 1553, se creaba la Real y Pontificia Universidad de México. Entre los principales escritores del virreinato de Nueva España, destacaremos a Juan Ruiz de Alarcón y a sor Juana Inés de la Cruz.

La catedral de México es un claro ejemplo de la influencia de la arquitectura del renacimiento europeo en el virreinato. El barroco tiene como modelo en Nueva España a la basílica de Guadalupe.


Descubrimiento y Conquista de América

Un español que viaja a Hispanoamérica percibe al instante que no está en una tierra ajena, ni ante gentes extrañas. Le son familiares las ciudades y sus edificios, el idioma, la religión y la cultura en general. Todo eso y otras cosas demuestran que durante más de 300 años la Corona española consideró a esa tierra no como una colonia, sino como la España del otro lado del Atlántico.

El descubrimiento, la conquista y la colonización de América constituyen, quizá, la mayor empresa llevada a cabo por un pueblo a lo largo de la historia.

EL DESCUBRIMIENTO Y LA CONQUISTA DE AMÉRICA
La gran hazaña de Cristóbal Colón, entre 1492 y 1493, fue, por una parte, saber llegar a las Indias y, por otra, saber regresar de ellas. Colón murió convencido de que las Antillas eran la antesala de Asia, de ahí el nombre de Indias. Años más tarde, el florentino Américo Vespucio, que había navegado con los españoles, proclamó que se trataba de un Mundo Nuevo, bautizado después, en su honor, con el nombre de América.

La situación de América hasta 1492 fue algo sorprendente. Siendo un continente de 42 millones de kilómetros cuadrados (una tercera parte de las tierras de este planeta), había permanecido ignorado para los habitantes europeos o del Viejo Mundo. Su aislamiento se debió en gran parte a sus características geográficas: una inmensa masa de tierra alargada (casi 16.000 kilómetros, de norte a sur) y relativamente estrecha (5.000 kilómetros como máximo), rodeada por dos masas oceánicas (el Atlántico y el Pacífico) que lo convirtieron en un continente-isla.

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Ese aislamiento del continente y del hombre explica que los americanos desconocieran técnicas e inventos ya habituales en el Viejo Mundo. Cuando los europeos llegaron a América, se encontraron con unos pueblos con grandes carencias técnicas.

Cuando los españoles llegaron en 1492, América estaba poco poblada (40 o 50 millones de habitantes). Las mayores concentraciones de población nativa se localizaban en las tierras templadas y frías de los altiplanos, desde la meseta central de México hasta los valles y las llanuras elevadas de los Andes. Allí se encontraban las llamadas ‘Altas Culturas’ y los grandes imperios de aztecas e incas.

En poco más de 50 años, los españoles recorrieron gran parte del continente americano, descubriendo las Antillas y el Caribe, Centroamérica, el océano Pacífico, el golfo de México, llegando al Río de la Plata, dando la primera vuelta al mundo, dominando a los aztecas y a los incas, y recorriendo las costas, las selvas y los grandes ríos, desde Estados Unidos hasta la Tierra del Fuego, poniendo nombre a las cosas.

LA COLONIZACIÓN ESPAÑOLA DE AMÉRICA
España no convirtió a América en una colonia, sino que la consideró como una provincia más; era la España del otro lado del Atlántico. Y por eso trasplantó a América sus instituciones y su cultura. A todo esto se le llama hispanización del Nuevo Mundo.

Entre los organismos que los españoles crearon para el gobierno de América hay que señalar la Casa de Contratación de Indias (1503), para controlar el comercio, y el Consejo de Indias (1524), que pretendía regular todos los asuntos americanos. Igualmente, organizó los nuevos territorios creando virreinatos, audiencias, gobernaciones y capitanías generales, corregimientos y cabildos o ayuntamientos. Muchas de estas demarcaciones darían origen después a las naciones de la América independiente.

En el plano religioso, la Corona española, desde un primer momento, obtuvo del Papado, tras las Bulas Alejandrinas (1493), el encargo de evangelizar a los indios. Poco después, la monarquía recibió el ‘patronato regio’, o derecho de organizar la Iglesia de América, responsabilizándose de los nombramientos, las fundaciones y otros asuntos religiosos.

España dictó numerosas leyes y disposiciones para el gobierno de América y los americanos. Así fue naciendo un ordenamiento jurídico o ‘Leyes de Indias’, que se ha convertido en un valioso legado de la hispanización del Nuevo Mundo.

En América convivieron blancos, indios y negros. Blancos e indios no se rechazaron, y pronto, ante la escasez de mujeres que pasaban a Indias, se produjo un fuerte mestizaje. De la unión de blancos o indios y negros nacieron los mulatos. Los españoles americanos fueron llamados criollos. Los indios no podían ser reducidos a la condición de esclavos, mientras que sí se admitía la esclavitud de los negrosafricanos.

La lengua española se fue extendiendo por América al ritmo de la civilización hispana, llevada por conquistadores, frailes, gobernantes y colonos. Al mismo tiempo, el diccionario español se enriqueció con palabras indígenas. Hablamos pues de un nuevo mestizaje, esta vez cultural, parecido al de la sangre.

A mediados del siglo XVI, se habían fundado ya las universidades de Santo Domingo, México y Lima, así como múltiples colegios para españoles e indios. La primera imprenta se estableció muy pronto en México (1539), impulsando las letras y las artes, y creando un ambiente cultural superior al que reinaba en la mayor parte de Europa.

Los españoles no eran partidarios de residir en las ciudades indígenas, sino que su mayor aspiración era fundar sus propios pueblos y ciudades donde vivir. El renacimiento recuperó el modelo de ciudad grecorromana, de trazado rectilíneo y con una gran plaza mayor, centro de la vida ciudadana, que serviría de ejemplo a toda Hispanoamérica. Hacia el año 1630, se habían fundado más de 350 ciudades en la América española, prácticamente todas las capitales importantes, con una característica común: la uniformidad.

En el plano económico, las relaciones entre América y España fueron trascendentales para el futuro. La agricultura americana se enriqueció con productos como azúcar, plátano, cereales, vid, olivo, legumbres o café. Por su parte, América aportó al Viejo Mundo productos tan importantes como maíz, patata, tomate, cacao o tabaco. Con la ganadería, la más beneficiada fue América. La mayor parte del ganado que puebla hoy América, como caballos, cerdos, vacas, ovejas, mulas y burros, fue llevado por los españoles desde los primeros años, adaptándose con gran facilidad y rapidez.

La minería supuso la gran riqueza de América. España y Europa estaban necesitadas de metales preciosos, sobre todo de plata. Las minas de Potosí (Bolivia) y Zacatecas (México) aportaron un inmenso tesoro de metales preciosos que fue llegando a España y, a través de España, a Europa. Esto ayudó a la transformación económica del Viejo Continente. Para asegurar este importante tráfico se formó la Flota de las Indias, cuyos galeones cruzaban el Atlántico bien armados y protegidos para evitar la amenaza de los piratas.


La Civilización Incaica


¿QUIÉNES FUERON LOS INCAS?
Inca es una palabra que proviene de la lengua quechua, y quiere decir ‘rey’ o ‘príncipe’. Es el nombre que se daba a los soberanos precolombinos de Cuzco, que establecieron un vasto imperio en los Andes en el siglo XV, muy poco antes de la conquista española.

Pero el nombre también se aplica a todos los súbditos del Imperio incaico. Los incas establecieron la última y más desarrollada de las antiguas civilizaciones andinas.

HISTORIA DE LOS INCAS
En torno al año 1100 d.C., los incas llegaron al valle de Cusco o Cuzco. Provenían del altiplano de la cordillera de los Andes. Aunque no tardaron en convertirse en uno de los pueblos más poderosos de la zona, su gran expansión no se produjo hasta mediados del siglo XV. Su primer gran soberano fue Pachacutec Inca Yupanqui; durante su reinado, los incas empezaron a conquistar otras regiones.

 Machu Picchu, esta antigua ciudad de los incas, sobrevivió a la conquista de los españoles, al estar situada en un lugar inaccesible, en un rincón de las altas cumbres andinas.

A Pachacutec le sucedió Túpac Inca Yupanqui, quien continuó la expansión por la costa y la sierra norte, hasta el actual Ecuador. Posteriormente, se dirigió al sur y avanzó hasta el río Maule, en Chile, el punto más meridional controlado por los incas. El Imperio incaico alcanzó su mayor extensión con Huayna Cápac (inca entre 1493 y 1525), hijo de Túpac. Cuando murió, las posesiones de los incas se extendían por la zona sur de la actual Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, y parte de Argentina y Chile.

Huayna Cápac murió, en 1525, sin haber designado sucesor, lo que provocó la división del Imperio. Sus dos hijos, los hermanastros Huáscar y Atahualpa, aspiraban al trono. Las luchas entre ambos se prolongaron hasta 1532, cuando Huáscar fue derrotado. Pero ya era tarde, pues el Imperio se había visto muy debilitado como consecuencia de la guerra civil. En ese crítico momento, llegó a la zona el conquistador español Francisco Pizarro, el cual recibió el apoyo de pueblos de la zona descontentos por la dominación inca. Pizarro hizo prisionero a Atahualpa, al que mandó ejecutar en 1533, y nombró soberano a otro hijo de Huayna Cápac, llamado Manco Inca (conocido como Manco Cápac II). El nuevo emperador se rebeló contra los españoles en 1536 y, aunque resultó derrotado, fundó un núcleo de resistencia en Vilcabamba.

A Manco Cápac II le sucedió en el trono su hijo Sayri Túpac, quien firmó la paz con el virrey español, Andrés Hurtado de Mendoza. Los últimos soberanos incas fueron los hermanos Titu Cusi Yupanqui (1561-1571) y Túpac Amaru (1571-1572), los cuales reiniciaron las luchas contra España desde Vilcabamba. Túpac Amaru, derrotado y decapitado en 1572 por orden del virrey, Francisco de Toledo, fue el último monarca incaico.

fortaleza_inca_de_pisacSOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA DE LOS INCAS
Como ya has leído, la máxima autoridad en el Imperio incaico era el inca o rey. Los incas denominaban a su reino Tahuantinsuyu, una palabra quechua que significa ‘Tierra de las Cuatro Partes’. Esas cuatro partes eran Antisuyu, Collasuyu, Cuntisuyu y Chinchasuyu.

La base de su organización social era el parentesco. El ayllu era el conjunto de personas que se consideraban parientes por descender de un antepasado común.

Los incas practicaron una agricultura avanzada, pero también fabricaron objetos de cerámica, tejidos y armas. Aunque no disponían de caballos ni de vehículos con ruedas ni de un sistema de escritura, los gobernantes cuzqueños pudieron estar en contacto con todos los territorios de su Imperio gracias a una compleja red de caminos de piedra.

Su sistema político y administrativo estaba basado en la agricultura y en el sistema de ayllus. Por debajo del inca o rey, se encontraban las familias de los antiguos incas, que eran denominadas panacas (‘familia noble’), encargadas de mantener el recuerdo del inca fallecido, de realizar ceremonias en su nombre, de cuidar sus bienes y de mantener las alianzas que hubiera hecho en vida.

Los siguientes niveles de poder, tras el inca y las panacas, eran los jefes de los pueblos conquistados y los curacas o jefes de los ayllus. Por último, los campesinos miembros de un ayllu (la gente común) tenían la obligación de trabajar por turnos para el Imperio (esta institución se llamaba mita).

Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización incaica se encuentran los templos (como el templo del Sol, en Cuzco), los palacios, las obras públicas y las fortalezas (siempre estratégicamente emplazadas, como Machu Picchu).


El dios supremo de los incas era Viracocha, creador y señor de todas las cosas vivientes. Otras grandes deidades fueron Pachacamac (dios de la creación y de la vida), Inti (dios del Sol y padre de los incas), Hamaquilla (diosa de la Luna), Pachamama (diosa de la Tierra) e Illapa (del rayo y la lluvia).

Las Antiguas Civilizaciones Andinas

momia_de_paracasEn el sur de Perú existen unas misteriosas líneas que solo pueden verse desde una gran altura. Se trata de uno de los restos más enigmáticos del pasado americano. Pertenecieron a una cultura llamada Nazca, una de las antiguas civilizaciones andinas.

¿CUÁLES FUERON LAS CIVILIZACIONES ANDINAS?
Hace más de 4.000 años comenzaron a desarrollarse una serie de civilizaciones en la zona de la cordillera de los Andes y en sus áreas cercanas. Aproximadamente, en los espacios que hoy ocupan Perú, gran parte de Ecuador y Bolivia, y el norte de Chile. La última de aquellas civilizaciones fue la de los incas, que, en el siglo XV, crearon un gran imperio. En el siglo XVI, el Imperio incaico (de los incas) fue conquistado por los españoles.

Las principales civilizaciones andinas hasta la llegada de los españoles fueron las siguientes:
  • Huaca Prieta.
  • Chavín de Huantar.
  • Paracas.
  • Mochica o moche.
  • Nazca.
  • Huari.
  • Tiahuanaco.
  • Chimú.
  • Inca.

La historia de aquellas civilizaciones se suele dividir en varios periodos. Sigue leyendo si quieres acercarte a aquellos momentos tan interesantes de la historia de América.

EL PERIODO PRECERÁMICO
Este periodo comenzó hace aproximadamente 4.500 años, es decir, sobre el 2500 antes de Cristo.

En aquella época fueron construidas unas monumentales tumbas ceremoniales en Huaca Prieta. Este lugar está situado en el valle de Chicama, en el norte de la costa peruana. Los restos de Huaca Prieta son los más antiguos de las civilizaciones andinas.

Hace 3.800 años, se construyeron, en Las Haldas (también en la costa norte de Perú), los considerados primeros templos y pirámides de toda América.

EL PERIODO PRECLÁSICO
Las dos culturas más importantes del periodo preclásico fueron las de Chavín de Huantar y Paracas.

tejido_de_paracasParacas. Esta cultura se desarrolló en la costa sur del Perú. Los historiadores tienen dudas sobre cuándo nació y cuándo desapareció. Sus fechas de inicio oscilan entre el 1200 a.C. y el 600 a.C. Su finalización pudo tener lugar entre los años 100 d.C. y 500 d.C. Debes saber que uno de los aspectos más interesantes de esta cultura fueron sus tejidos, que se han conservado en perfecto estado gracias a la aridez de la zona. Los muertos eran envueltos con telas y enterrados en tumbas (en ellas, la sequedad del aire momificaba los cuerpos, por eso, también se han encontrado momias de individuos de Paracas muy bien conservadas). Las telas de la cultura de Paracas estaban bordadas, tejidas o pintadas de forma muy elaborada, con decoraciones de felinos que recuerdan a los de Chavín de Huantar.

PERIODO CLÁSICO
En el periodo clásico destacaron las culturas mochica (o moche), la de Nazca, la de Tiahuanaco y las relacionadas con Huari.

Mochica o moche. La cultura mochica apareció en torno al año 200 a.C. (es decir, hace unos 2.200 años) y duró aproximadamente hasta el año 700 d.C. Se desarrolló en la costa norte de Perú, y su capital fue Moche. Esta ciudad se extendía alrededor de dos grandes pirámides de adobe: las huacas del Sol y de la Luna. Los mochicas fueron una sociedad militar, pero también mostraron un delicado gusto artístico. En las tumbas mochicas se han encontrado objetos de cerámica y orfebrería muy refinados; una de las más importantes es la tumba del Señor de Sipán.

Nazca. Esta cultura, que descendía de la de Paracas, se desarrolló en el sur de la costa peruana, en el valle del río Nazca. Su momento de esplendor se produjo entre los años 100 d.C. y 800 d.C. Destacó por sus tejidos y por su cerámica. Uno de los mayores misterios de las civilizaciones precolombinas son las líneas dibujadas en el desierto de Nazca: son enormes representaciones de animales y formas geométricas, que solo pueden apreciarse en su totalidad desde el aire.

Tiahuanaco. Esta ciudad (cercana al lago Titicaca, en la actual Bolivia) fue el centro de otra importante civilización del periodo preclásico. Surgió en torno al año 200 a.C., y su vida se prolongó hasta casi el 900 d.C. Sus creadores fueron los aimaras. El principal resto de Tiahuanaco es la monumental Puerta del Sol, que está hecha con un solo bloque de piedra y decorada con bellos relieves. Sus numerosas estatuas con forma humana alcanzan alturas de más de 6 metros y están igualmente decoradas con relieves.

Huari (o Wari). Esta civilización se desarrolló en el sur peruano entre los años 650 y 800 de nuestra era. Era una sociedad guerrera, pero también apreciaba el arte.

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Los vasos-retrato fueron característicos de la cultura mochica, especialmente entre los siglos V y VI. Servían para representar a guerreros o sacerdotes, y se decoraban con vidrio esmaltado de dos colores.Chavín de Huantar. Hace casi 3.000 años (en el 900 a.C.) floreció en el norte del altiplano peruano, en el centro ceremonial de Chavín de Huantar, una civilización similar a la cultura mesoamericana de los olmecas. Su notable influencia en la costa cercana a los Andes duró hasta hace unos 2.200 años. Chavín de Huantar fue el centro de esa civilización; otros puntos fueron Cerro Blanco y Cerro Sechín. De la cultura de Chavín de Huantar hay que destacar su escultura y su cerámica.

PERIODO POSCLÁSICO
Las últimas civilizaciones andinas anteriores a la llegada de los españoles fueron la chimú y la incaica.

pendiente_mochicaChimú. Aproximadamente entre los años 1000 y 1470, la civilización chimú dominó el norte de Perú. La cultura chimú era heredera de la mochica. Su capital fue Chanchán, que ya era una verdadera ciudad, pues en ella había centros ceremoniales, viviendas, mercados, talleres, jardines y depósitos de agua y alimentos. Los edificios estaban decorados con mosaicos hechos con ladrillos de adobe y adornados con relieves que representan animales, pájaros y figuras mitológicas. La cultura chimú destacó también por su cerámica, su orfebrería y sus tejidos.


Inca. Desde su capital, Cuzco o Cosco, los incas gobernarían, a partir del siglo XV, un imperio que se extendía por el área central andina: desde Ecuador hasta Chile. Llegaron a Cuzco hacia el año 1100 d.C., y su esplendor se prolongó hasta el siglo XVI, cuando su gran imperio fue conquistado por los españoles.

La Cultura Azteca o Mexica

imperio_azteca Al parecer, la palabra ‘azteca’ hace referencia a un lugar mítico, Aztlán, situado, posiblemente, al norte del actual México. Pero los aztecas se denominaban a sí mismos ‘mexicas’.

¿QUÉ FUE LA CIVILIZACIÓN AZTECA?

La civilización azteca se desarrolló en Mesoamérica, a partir del siglo XIV, durante el llamado periodo posclásico. Hasta el siglo XVI de nuestra era, los aztecas dominaron el centro y el sur de México, y crearon un gran imperio, que desapareció tras la conquista española.

FUNDACIÓN DE TENOCHTITLÁN

Cuando la cultura tolteca decayó, durante el siglo XII d.C., muchos pueblos llegaron a la meseta central de México, a los territorios que rodean el lago de Texcoco. Los aztecas, que fueron de los últimos, tuvieron que conformarse con establecerse en la zona pantanosa del oeste del lago. Estaban cercados por enemigos poderosos que les exigían tributos, y la única tierra firme que ocupaban eran los islotes del lago, rodeados de ciénagas.

En 1325, los aztecas fundaron la ciudad de Tenochtitlán, situada donde se encuentra la actual ciudad de México. Los aztecas convirtieron el lago, que era poco profundo, en superficies muy fértiles, llamadas chinampas. Eran unas islas artificiales en las que se cultivaban verduras, hortalizas y flores, y también les servían para criar aves. Además, los aztecas construyeron puentes para unir esas islas con la tierra firme; levantaron una especie de acueductos, y excavaron canales por toda la ciudad para hacer posible el transporte de mercancías y personas.

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En la arquitectura de Tenochtitlán destacaban los edificios religiosos; eran gigantescas pirámides escalonadas, en cuya parte superior construían templos. Poco a poco, Tenochtitlán se convirtió en una gran ciudad, con una extraordinaria actividad comercial.

EL IMPERIO AZTECA

Los aztecas establecieron alianzas militares con otros pueblos. Gracias a ello, y a su propio poder, lograron crear un imperio que se extendía desde México central hasta la actual frontera con Guatemala.

La máxima autoridad de los aztecas, y de su imperio, era el tlatoani, el supremo gobernante, que tenía un poder absoluto en cuestiones políticas, militares y de justicia. ¿Quieres saber el nombre de los tlatoanis aztecas? Fueron los siguientes (entre paréntesis verás las fechas de su reinado): Acamapichtli (1361 o 1375-1395), Huitzilíhuitl (1396-1417), Chimalpopoca (1417-1427), Itzcóatl (1427-1440), Moctezuma I (1440-1469), Axayácatl (1469-1481), Tizoc (1481-1486), Ahuízotl (1486-1502), Moctezuma II (1502-1520), Cuitláhuac (1520) y Cuauhtémoc (1520-1521).

A principios del siglo XV, los aztecas gobernaban desde Tenochtitlán un enorme territorio, de forma conjunta con el reino de Acolhuacan y la ciudad de Tlacopan. Tenochtitlán, Acolhuacan y Tlacopan formaron la Triple Alianza para derrotar a los tepanecas. Cien años después, los aztecas habían logrado el poder absoluto.

DESAPARICIÓN DEL IMPERIO AZTECA

Durante el siglo XVI, crecieron las divisiones y los conflictos en el imperio. El enfrentamiento con algunos pueblos de la región facilitó, finalmente, la derrota de los aztecas frente a los invasores españoles, que contaron con la alianza de uno de aquellos pueblos enemigos de los aztecas: los tlaxcaltecas.

En 1519, el español Hernán Cortés había sido bien recibido por Moctezuma II, lo que no evitó ni la muerte del soberano azteca ni la conquista de Tenochtitlán por los españoles, en agosto de 1521. El último emperador azteca fue Cuauhtémoc. Aunque había logrado expulsar a Cortés de Tenochtitlán en 1520, no pudo evitar la derrota final azteca, y fue ejecutado por los españoles en 1525.

LA RELIGIÓN AZTECA: DIOSES Y SACRIFICIOS
Los principales dioses aztecas eran Huitzilopochtli (dios del Sol y de la guerra), Coyolxauhqui (diosa de la Luna), Tláloc (dios de la lluvia) y Quetzalcóatl (símbolo de la sabiduría).
Los sacrificios, de animales y de seres humanos, eran muy importantes en la religión azteca. El máximo honor para un guerrero era morir en batalla u ofrecerse voluntario para ser sacrificado en una ceremonia importante. Los aztecas también realizaron las llamadas guerras floridas; servían para extender las tierras de su imperio, pero también para conseguir prisioneros en los señoríos cercanos y luego sacrificarlos. Los aztecas creían que la sangre humana ofrecida en esos sacrificios alimentaba a los dioses solares; pensaban que así el Sol podría salir cada día, permitiendo la continuidad de la vida humana, animal y vegetal sobre la Tierra.

EL ARTE Y LA CULTURA AZTECAS
En el arte azteca destacan, sobre todo, las impresionantes pirámides que nombramos antes. Pero también fue muy importante el arte plumario, es decir, el realizado con plumas de aves. Los aztecas nos han dejado muy bellas y originales muestras, que hacían con plumas de aves procedentes de los bosques tropicales del sur de México y Guatemala. Un ejemplo muy famoso es el penacho de Moctezuma, un gran tocado o corona hecho con plumas de quetzal y adornado con oro.

Los aztecas utilizaban la escritura pictográfica grabada en papel o en piel de animales. Todavía se conservan algunos de estos escritos, llamados códices.

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El Templo Mayor de Tenochtitlan era doble: estaba dedicado a Huitzilopochtli (dios de la guerra y del sol) y a Tláloc (dios de la lluvia). 

Tras la conquista española, muchos textos aztecas fueron recopilados en libros escritos en lengua náhuatl. Entre ellos, los Anales de Tlatelolco, los Códices Matritenses, la Colección de cantares mexicanos y Los romances de los señores de la Nueva España.